Cuando se trata de
pensar en vacaciones en familia hay muchos factores que pueden marcar la
diferencia entre disfrutarlas o vivir una experiencia con estrés y no lograr el
objetivo de tener unos días de descanso en compañía de los más queridos.
En muchos casos las
vacaciones coinciden con celebración de días especiales, fechas alusivas a
eventos históricos o conmemoración de tradiciones religiosas. Cuando los niños
forman parte de los planes es
importante tener en cuenta algunos factores y... a los niños.
Ya sea que se tomen
unos días para pasar en familia aprovechando los feriados relacionados con
celebraciones religiosas, como ocurre en esta época del año, o emprendiendo un
viaje es común que el entusiasmo y la anticipación de preparativos cree un
ambiente especial de júbilo del cual el niño es partícipe aunque no siempre
tenga claro los motivos del alboroto familiar. Es ahí cuando la intervención de
los adultos se torna importante.
La consistencia y la coherencia en el
trato con los niños son herramientas muy importantes que no descansan en
vacaciones y pueden ser muy útiles a los padres para una transición suave y
acomodada a las necesidades del niño sobre todo cuando éste va a estar expuesto
a lugares, comidas y eventos
diferentes a los habituales.
Las tradiciones se
forman de a poco y con vivencias, y terminan siendo parte de la vida del ser
humano. Es muy importante que los padres tengan presenten que los niños
necesitan y merecen el tiempo para procesar y e ir conociendo ambientes,
situaciones y personas a su ritmo.
No debe esperarse que algo muy apreciado por los padres sea adoptado por los
niños inmediatamente o que
reaccione con gente que no conoce o no frecuenta, de la misma forma que con
gente que está en su entorno cotidiano.
Teniendo en cuenta
la edad del niño ayuda mucho explicarle con mensajes cortos y claros las
variantes que va a haber en la familia por unos días y asegurarle que a pesar
de los cambios de lugar, comidas y situaciones los padres estarán con él. Esta
información le dará la seguridad y
la confianza que alguien, en este
caso el adulto, está en control de la situación.
En esta época del
año las tradiciones relacionadas con la religión son ricas en eventos
preparados para la participación
de los niños. A pesar de eso es importante adaptar estos eventos a la edad y la
realidad de cada niño.
Leer libros
alusivos a los festejos es una actividad que ayuda a incluir a los niños en el
ambiente de celebración, así como también motivarlos para que cuenten o “lean”
su propia historia.
Cuando se trata de los más pequeños unos
crayones o lápices de colores pueden ayudarlo a manifestarse artísticamente con
tarjetas de saludos que ellos diseñen.
También hay que
tener presente que cuando no hay otra alternativa que llevar a un niño a un
lugar muy concurrido o donde se representan escenas de corte religioso hay que
considerar que los niños tiene una percepción diferente, decirle continuamente
“no pasa, nada no llores “ o tratar de distraerlo en ese momento no ayuda. Lo
más indicado es considerar de antemano qué evento es apropiado para la edad del
niño y respetarlo cuando manifiesta de diferentes formas que no está listo para
presenciar u oír determinado acto. Siempre es importante tomar las precauciones necesarias para poner
la seguridad del niño en primer lugar.
Cuando se trata de
un viaje una forma de ayudar a una
transición suave al período de vacaciones puede ser incluir al niño en los
preparativos de la valija, dándole opciones de colores, por ejemplo acerca de
la ropa que va a usar durante las
vacaciones o que pueda poner algunas de sus pertenencias en la maleta,
especialmente algo que valore y aprecie puede servirle para mantener la conexión
con la casa y la vida cotidiana.
Lo mismo ocurre con
alimentos tradicionales de un lugar o que formen parte de la tradición.
Recurrir a la consistencia en diálogo y una breve explicación puede ayudar
mucho así como estar preparado con algún alimento que le sea familiar. En todo
caso se trata que adaptar las celebraciones al niño de modo que él pueda ser
parte de las mismas, se sienta incluido y con la confianza que su forma de
participar es aceptada y respetada.
Las vacaciones
también terminan y es recomendable
hablar de ello días antes y comentar acerca del regreso a las
actividades rutinarias, o incluir la opinión de los niños en la compra de algún
regalo para un ser querido con el que no compartieron esos días.
Mantener los libros alusivos en los
estantes por el tiempo que sea necesario, puede ser el conector con las
vacaciones en cualquier momento,
así como incorporar los huevos de pascua de plástico como moldes para usar en
la caja de arena.
Los períodos de
transición entre diferentes situaciones ayudan a los niños a desarrollar la
confianza, la credibilidad y el sentido de seguridad. Respetar la transición
puede hacer la diferencia
para unas vacaciones inolvidables.
- Magdalena S. Palencia
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