Tuesday, April 11, 2017

Preparandose Para Pascua


Cuando se trata de pensar en vacaciones en familia hay muchos factores que pueden marcar la diferencia entre disfrutarlas o vivir una experiencia con estrés y no lograr el objetivo de tener unos días de descanso en compañía de los más queridos.
En muchos casos las vacaciones coinciden con celebración de días especiales, fechas alusivas a eventos históricos o conmemoración de tradiciones religiosas. Cuando los niños forman parte de los  planes es importante tener en cuenta algunos factores y... a los niños.

Ya sea que se tomen unos días para pasar en familia aprovechando los feriados relacionados con celebraciones religiosas, como ocurre en esta época del año, o emprendiendo un viaje es común que el entusiasmo y la anticipación de preparativos cree un ambiente especial de júbilo del cual el niño es partícipe aunque no siempre tenga claro los motivos del alboroto familiar. Es ahí cuando la intervención de los adultos  se torna importante.
 La consistencia y la coherencia en el trato con los niños son herramientas muy importantes que no descansan en vacaciones y pueden ser muy útiles a los padres para una transición suave y acomodada a las necesidades del niño sobre todo cuando éste va a estar expuesto a  lugares, comidas y eventos diferentes a los habituales.

Las tradiciones se forman de a poco y con vivencias, y terminan siendo parte de la vida del ser humano. Es muy importante que los padres tengan presenten que los niños necesitan y merecen el tiempo para procesar y e ir conociendo ambientes, situaciones y personas  a su ritmo. No debe esperarse que algo muy apreciado por los padres sea adoptado por los niños inmediatamente  o que reaccione con gente que no conoce o no frecuenta, de la misma forma que con gente que está en su entorno cotidiano.

Teniendo en cuenta la edad del niño ayuda mucho explicarle con mensajes cortos y claros las variantes que va a haber en la familia por unos días y asegurarle que a pesar de los cambios de lugar, comidas y situaciones los padres estarán con él. Esta información le dará la seguridad  y la confianza que  alguien, en este caso el adulto, está en control de la situación.

En esta época del año las tradiciones relacionadas con la religión son ricas en eventos preparados  para la participación de los niños. A pesar de eso es importante adaptar estos eventos a la edad y la realidad de cada niño.
Leer libros alusivos a los festejos es una actividad que ayuda a incluir a los niños en el ambiente de celebración, así como también motivarlos para que cuenten o “lean” su propia historia.
 Cuando se trata de los más pequeños unos crayones o lápices de colores pueden ayudarlo a manifestarse artísticamente con tarjetas de saludos que ellos diseñen. 

También hay que tener presente que cuando no hay otra alternativa que llevar a un niño a un lugar muy concurrido o donde se representan escenas de corte religioso hay que considerar que los niños tiene una percepción diferente, decirle continuamente “no pasa, nada no llores “ o tratar de distraerlo en ese momento no ayuda. Lo más indicado es considerar de antemano qué evento es apropiado para la edad del niño y respetarlo cuando manifiesta de diferentes formas que no está listo para presenciar u oír determinado acto. Siempre es importante tomar  las precauciones necesarias para poner la seguridad del niño en primer lugar.

Cuando se trata de un viaje una forma de ayudar a  una transición suave al período de vacaciones puede ser incluir al niño en los preparativos de la valija, dándole opciones de colores, por ejemplo acerca de la ropa que va a usar  durante las vacaciones o que pueda poner algunas de sus pertenencias en la maleta, especialmente algo que valore y aprecie puede servirle para mantener la conexión con la casa y la vida cotidiana.

Lo mismo ocurre con alimentos tradicionales de un lugar o que formen parte de la tradición. Recurrir a la consistencia en diálogo y una breve explicación puede ayudar mucho así como estar preparado con algún alimento que le sea familiar. En todo caso se trata que adaptar las celebraciones al niño de modo que él pueda ser parte de las mismas, se sienta incluido y con la confianza que su forma de participar es aceptada y respetada.

Las vacaciones también terminan y es recomendable  hablar de ello días antes y comentar acerca del regreso a las actividades rutinarias, o incluir la opinión de los niños en la compra de algún regalo para un ser querido con el que no compartieron esos días.
  Mantener los libros alusivos en los estantes por el tiempo que sea necesario, puede ser el conector con las vacaciones  en cualquier momento, así como incorporar los huevos de pascua de plástico como moldes para usar en la caja de arena.
Los períodos de transición entre diferentes situaciones ayudan a los niños a desarrollar la confianza, la credibilidad y el sentido de seguridad.  Respetar la transición  puede hacer la diferencia  para unas vacaciones inolvidables.

- Magdalena S. Palencia



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