Desde la perspectiva de los adultos crayones, plastilina y rompecabezas tienen un uso específico. Sin embargo cuando estos materiales se les presenta a los niños por primera vez, ellos no saben exactamente cómo usarlos. Los padres debieran tener bien presente lo importante que es respetar el derecho del niño a descubrir cosas nuevas por sí mismos permitiéndoles que usen el tiempo que necesiten para aprender a usarlas.
La plastilina abre para los niños un nuevo mundo de texturas, colores, olores e inevitablemente de sabores y como si esto no fuera suficiente muchas veces la plastilina viene acompañada con toda clase de accesorios como moldes para galletitas, palo de amasar, etc. Y por si todo lo anterior fuera poco la presentación viene acompañada con un curso sobre cómo hacer un puerquito, un caballo o cómo cortar perfectamente una galletita. Todo esto habitualmente culmina con una “prueba sorpresa” de cuántos puerquitos hicimos o de qué color es la plastilina. El niño va a tratar de imitar lo que hacen los padres y cuando no lo consigue se frustra y es que para él la única forma correcta de usar la plastilina es para hacer puerquitos como los que hace el padre.
Si en lugar de enseñarle al niño cómo usar los accesorios que vienen con la plastilina se le presenta un pedazo pequeño y se le da la oportunidad de descubrir con paciencia y por si mismo las características del material el niño la va a mirar, tocar, oler y es muy probable que trate de llevárselo a la boca, como hace con la mayoría de los objetos nuevos para él. Puede ser que muestre mucho interés en la textura o plasticidad de la plastilina y trate de usarla en formas diferentes. El niño puede ser motivado con comentarios como “ Te veo muy concentrado en lo que estas haciendo”.
Es muy importante que los padres eviten comentarios exagerados acerca de lo “hermoso” que es lo que hizo y descartar por completo aplaudirlo porque que el niño sólo está jugando, no está haciendo una presentación de sus habilidades artísticas y no se espera de él una obra maestra, entonces sin esa presión puede dedicarse descubrir y a disfrutar la compañía del padre mientras juega.
Al mismo tiempo que los niños están enfocados en jugar y usan sus manos para manipular o hacer algo, en su cerebro se desarrolla un proceso de madurez simultaneo que no debe ser presionado o acelerado. Los niños que tienen más oportunidades de explorar y descubrir por si mismos se desarrollan más confianza personal y son más capaces de resolver problemas solos partiendo de la curiosidad e intuición.
Lo mismo ocurre con los rompecabezas. Muchos padres presionan a los chicos a terminar el rompecabezas lo mas rápido posible para lo cual a veces toman la mano del niño y lo hacen agarrar la pieza del rompecabezas y la dirigen al lugar donde pertenece la pieza. Cuando los adultos están haciendo un rompecabezas de 1000 piezas, a veces éste , está sobre la mesa por semanas sin embargo pareciera que cuando se trata de los niños la único importante es que lo termine pronto. La verdad es que no existe un Summa Cum Laude por terminar el rompecabezas primero. Suele suceder que una vez que el niño termina un rompecabezas se le presente otro más complicado como si ya no tuviera nada más que hacer con el primero Considerando lo importante que es para los niños la repetición y familiaridad durante las primeras etapas del desarrollo presentarle al niño continuos desafíos no es algo que beneficie su desarrollo .
Jugar con crayones es más complicado que simplemente poner el papel y el crayón juntos y hacer un dibujo Los niños hacen diferentes descubrimientos cuando usan papel y crayones, por ejemplo ellos descubren cómo sujetar el crayón con sus dedos, o que lo grueso de la línea depende de la presión que ellos hagan sobre el papel. Tomando esto en consideración el uso del crayón es un paso importante en el desarrollo y “mostrándoles cómo” y guiando su mano interfiere en el proceso natural de aprendizaje que tiene lugar en su cerebro. El objetivo no es que el niño haga un Picasso, de hecho no debe de haber presión en el niño para expresarse artísticamente. Los padres deben simplemente apoyar el uso de papel y crayón como otra actividad que ayuda al desarrollo psicomotriz. del niño.
La plastilina, los rompecabezas y los crayones son materiales para jugar y crean importantes oportunidades para que el niño desarrolle el habito de atención sostenida que va a necesitar en la escuela y en el lugar de trabajo. Los padres pueden apoyar a sus hijos estando presentes con ellos y ofreciéndoles un ambiente de calma y seguridad e interactuando con ellos en forma apropiada ( por supuesto sin enseñarles una clase de álgebra o de pintura clásica).
Lo aquí expuesto no es algo que requiera de horas y horas de parte de los padres pero su presencia es fundamental para crear un ambiente tranquilo donde el niño se sienta seguro y pueda a enfocarse en lo que está haciendo: jugar.
Reference: Different Learners by Jane M. Healy, Ph.D.
http://www.preventionaction.org/prevention-news/all-brain/5616
http://www.preventionaction.org/prevention-news/all-brain/5616
No comments:
Post a Comment